10/01/2016 ¿Cómo escoger el alojamiento web que más me conviene?
El hosting o alojamiento web es el servicio encargado de guardar toda la información de una web (textos, imágenes, diseño ...) y que permite que otros usuarios puedan acceder a esta información. En la actualidad además de servir de contenedor de datos, los hostings compartidos ejecutan complejas aplicaciones dinámicas que permiten ofrecer servicios tales como sistemas de comercio electrónico, portales de noticias o intranets privadas entre otros.
En otras palabras, un proveedor te alquila unos determinados recursos (espacio, transferencia, procesador, memoria etc) y se asegura que tanto la aplicación que se desarrolle como los contenidos estáticos estén disponibles en Internet para que otros usuarios puedan acceder a los contenidos en base a unas características acordadas.
Por tanto, una de las primeras decisiones que tendremos que tomar si queremos crear una web es la elección una buena plataforma de hosting o alojamiento web, que sea estable y de calidad, donde también tendremos que comprobar en ella que sus características se adapten a las necesidades que requerimos.
¿Qué factores mirar?
No hay que tomar a la ligera la elección del hosting ni fijarnos en el que resulte más barato o el que haga más publicidad, porque después puede resultar que éste no se adapte a sus necesidades y aparezcan los problemas.
Hay que mirar que contratamos un espacio suficiente para la web, ni demasiado grande ni demasiado pequeño y asegurarnos de unos mínimos, como la velocidad de transferencia y las tecnologías utilizadas así como que el hosting sea adecuado para ejecutar la web. Compare los diferentes planes de hosting y elija el que más se adapte a sus necesidades.
Además del propio alojamiento, es importante fijarnos en los demás características y servicios que incluyan, como por ejemplo:
- El dominio, que puede estar incluido o no, pero en caso de que esté incluido, nos dará la simplicidad de tener todo en un mismo lugar.
- La cantidad de cuentas de correo con tu propio nombre de dominio, fundamental para dar profesionalidad a la hora de contactar con clientes o usuarios.
- La cantidad de dominios simultáneos que puedes almacenar en un solo alojamiento web, en caso de que tengas mas de una web o una web multi-dominio.
- El acceso vía FTP privado, para la gestión de contenidos, transferencia de archivos, almacenamiento y descarga.
- Las medidas de seguridad anti-spam y anti-virus, fundamental para proteger nuestras transacciones de correo.
- Que ofrezca copias de seguridad de web, correo y bases de datos (normalmente sólo se ofrece de web).
- Que el servicio esté alojado en algún país miembro de la UE donde la ley de protección de datos se cumpla. Si es tu mismo país, mejor que mejor.
- El SLA o acuerdo de nivel de servicio sea alto. Este indicará el compromiso de tiempo online de la web expresado en porcentaje (por ejemplo, disponibilidad asegurada un 99%).
Y el soporte técnico y mantenimiento?
La cuestión del asunto no se acaba en contratar el hosting, ya que hay que configurarlo y hacerle un mantenimiento constante. Este es un factor muy importante, ya que muchos proveedores de hosting se desentienden una vez han vendido el servicio y la persona que contrata se ve sin suficientes conocimientos a la hora de solucionar cualquier problema.
Entonces te dirán que no te preocupes, que contratando un informático se acabó el problema. Pero esto se convierte en un gasto importante si la empresa es una PYME y no puede ir contratando personal así como así. Sería mucho más fácil y efectivo que el proveedor de hosting se hiciera cargo del mantenimiento y de todo el apoyo técnico necesario, ¿no crees?
Por lo tanto, si quieres ahorrarte dolores de cabeza, elige proveedores con soporte técnico, que monitoricen tu alojamiento y con garantía de que estén siempre conectados.
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