15/11/2015 E-mail marketing en comercio electrónico: La fórmula de la conversión
Hace algún tiempo se cuestionaba si el e-mail marketing había muerto a favor de las redes sociales. Es cierto que las redes sociales han avanzado de forma extraordinaria en los últimos años, eclipsando el correo electrónico. Pero la verdad es que el email está más vivo que nunca: se utiliza diariamente especialmente desde dispositivos móviles.
El correo electrónico no ha muerto, está evolucionando.
El problema está en considerar que el marketing mediante correo electrónico funciona igual que hace 10 años. Actualmente los usuarios reciben infinidad de correos electrónicos, muchos de ellos no deseados, y si no sabemos captar la atención del usuario estamos vendidos. Si no ofrecemos contenidos de valor, nuestro mensaje se perderá entre cientos de e-mails.
El embudo de conversión
Desde que se envía un correo electrónico hasta la conversión (ya sea una venta, una subscripción o un lead), el usuario pasa por una serie de fases que funcionan como un embudo: en cada fase, menos usuarios. En otras palabras, de la cantidad de contactos al que llega nuestro correo, con un poco de suerte (y buen hacer) lo abrirá el 40%; de ellos, unos pocos harán clic y, finalmente, un pequeño porcentaje realizará la acción que deseamos.
Frente a esto nuestro objetivo es que el máximo de usuarios a los que llegamos acaben convirtiendo y por lo tanto, minimizar las barreras que hay entre una fase y la siguiente. Para ello tenemos que seguir el método AIDA: Atención, Interés, Deseo y Acción.
Aumentar el ratio de obertura
Para que un usuario abra nuestro correo, necesitamos llamar su atención. Esto lo haremos mediante el asunto del correo, donde debemos sintetizar la oferta más importante. También influye la reputación de la empresa y el momento en que lo enviamos.
Aumentar el ratio de clics
Una vez abierto el correo, tenemos que despertar su interés a través del contenido del mail. Esto dependerá básicamente del valor que ofrecemos, de un diseño atractivo y de la facilidad de interacción con el enlace (usabilidad).
Aumentar el ratio de conversión
Cuando los usuarios llegan a la Landing Page (página de aterrizaje) después de hacer clic en el enlace, es el momento de generar deseo. Aquí mostraremos detalladamente la oferta o valor que ofrecemos, resaltaremos sus ventajas y conduciremos a los usuarios a la compra. Es importante una buena disposición de los contenidos y del diseño que aplicamos.
Minimizar posibles frenos
Una vez hemos generado deseo y los usuarios han iniciado el proceso de compra, debemos conducirlos a la acción. Aquí las barreras se corresponden a la inserción de los datos, número de cuenta, etc., ya que cualquier duda o desconfianza, es muy fácil que los usuarios tiren atrás. Por ello, el diseño de interacción de esta parte debe estar claramente definida para superar esta última barrera hacia la conversión.
El trabajo previo: Más importante de lo que muchos piensan
Podrás comprobar que no podemos actuar al tun-tún. Nuestra planificación y estrategia, el cómo vamos a llamar la atención, despertar el interés, crear deseo e incitar a la acción es clave. Nuestra campaña debe estar bien pensada. Todo lo que hagamos antes de lanzar nuestra campaña determinará el éxito o fracaso de esta.
Podemos dividir este "trabajo previo" en los siguientes puntos:
Estrategia: El primer paso en cualquier acción de marketing es plantearnos nuestros objetivos, definir el segmento del público al que nos queremos dirigir y la estrategia para llevarlo a cabo. Esto nos ayudará mucho a la hora de realizar los siguientes pasos, ya que nuestras decisiones estarán guiadas por la estrategia y lo establecido previamente. En esta parte también planificaremos el momento ideal para enviar la campaña (el timing), así como la frecuencia de envío. Cada decisión debe ser tomada meticulosamente para lograr nuestros objetivos.
Base de datos actualizada: Esta parte es imprescindible. Debemos preguntarnos "¿Estoy enviando a las personas adecuadas?", "¿Las direcciones de correo electrónico pertenecen a nuestro público objetivo y están verificadas y actualizadas? Recibir un correo sobre una materia que no interese da muy mala imagen a la empresa, ya que parecerá que no sabe a quién está enviando el correo, proyectando una falta de profesionalidad.
Diseño del email: Esta fase es decisiva para la efectividad del email marketing. Debemos ofrecer un contenido atractivo y dar una buena propuesta de valor, con el fin de despertar el interés de los usuarios y que interaccionen con el correo.
Realiza pruebas
Antes del envío, debemos tener en cuenta los filtros que aplican Hotmail, Gmail, Yahoo, etc., los cuales pueden hacer que nuestro mensaje no llegue a la bandeja de entrada del destinatario. Estos filtros se basan en la reputación de la empresa, en el uso de código sospechoso, o la utilización de spams. Por ello, es conveniente realizar pruebas de envío para comprobar que el email y sus elementos se entregan correctamente.
Realizar pruebas también nos sirve para corregir cualquier posible error a tiempo (como imágenes rotas, un mal formado, bloqueo del email o en la carpeta de "correo no deseado"). Pruébalo en diferentes servidores de correo Outlook, Gmail, Thunderbird... Ya que pueden mostrarse de manera diferente.
El Envío
Ya está todo preparado, es el momento. Sólo hay que pulsar el botón "enviar" y en ese momento se materializa la campaña, pero eso no quiere decir que nuestro trabajo finalice aquí. Ahora es el momento de ir controlando los resultados, medir las visitas y el ratio de conversión. No te olvides revisar las redes sociales y mantener abiertos los canales de atención al cliente.
Una vez finalizada la campaña, analiza los resultados e intenta mejorarlos.
Esperamos que os hayamos aclarado algunas cosas sobre el e-mail marketing y ¡suerte con la campaña!